Playa León Dormido: el rugido está en las olas

Esta playa está ubicada en el distrito cañetano de San Antonio, tiene a su frente un mar intenso de olas que golpean con braveza sus arenas, tanto que incluso ha causado la lamentable muerte de algunos bañistas. Sin embargo, es ideal para acampar debido a la tranquilidad de la zona (pese  a estar muy cerca a la Panamericana Sur) y de la poca gente que la visita. Por ello visitante, si vas a León Dormido anímate a pasar la noche frente a la silueta rocosa que da nombre a la playa, y a escuchar en las olas su rugido. 

Para llegar lo recomendable es ir al paradero Las Viñas en la avenida Circunvalación justo frente al Policlínico de Essalud de San Luis. Desde ahí por un costo de cinco (lunes a viernes), seis (sábados) y siete (domingos) los buses que van a Mala dejarán al visitante justo en la bajada hacia la playa. Punto desde el cual se puede apreciar la citada formación rocosa que forma la silueta de un león en eterno sueño.

La playa es pequeña en comparación a otras pero aun así tiene un territorio extenso que permite ubicarse sin incomodar a otros visitantes. A diferencia de Punta Rocas, los restaurantes no han llenado la arena de sombrillas de paja, toldos, ni camillas playeras (solo la parte más cerca al mar), pero sí ofrecen – además de comida marina y bebidas – alquiler de carpas y servicios higiénicos.

Tras el atardecer se podrá ver los visos de las primeras fogatas que iluminarán sectores de una tenue oscuridad, ya que la misma no es completa por los paneles que están en las entradas así como las luces de los restaurantes y los carros que pasan por la Panamericana.

Entre los visitantes hay variedad, desde familias que desean que los hijos compartan con la naturaleza, hasta jóvenes que improvisaran una pequeña discoteca o karaoque con música de todos los ritmos hasta que el licor se agote o el cansancio colme sus cuerpos.

Al amanecer una ligera neblina envolverará la silueta del león hasta esparcirse lentamente y dar paso al creciente Sol que se apoderará nuevamente del lugar hasta dar paso a un nuevo atardecer. Antes de partir el visitante debe introducirse por el túnel que está justo en el vientre del león para llegar a otra zona de la playa, donde también se puede nadar tomar algunas fotos y conocer algunas especies de moluscos.

Tras la exploración y degustar algún plato marino, lo recomendable es volver temprano para evitar el tráfico de la gente en el bus y de vehículos si se va en auto propio.