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Lomas Paraiso: ruta a lo más alto de VMT



El invierno es la mejor época del año para apreciar la belleza de las lomas en todo su esplendor y Lima tiene el privilegio de ser una ciudad llena de ellas en las alturas de sus alrededores. Un claro ejemplo es Paraíso, ubicado en el distrito de Villa María del Triunfo, que en sus casi dos hectáreas de extensión reúne una variedad de paisajes que destacan por su verde intenso, espesa niebla y sus históricas pinturas rupestres. 

Como en todo destino con dirección al Sur, los puntos de encuentro recomendados son los puentes Benavides o Atocongo, entre las 08:00 y 09:00 horas de un sábado o domingo. Desde el punto que se elija se deberán tomar dos carros para llegar al asentamiento humano Manantial, para -desde la avenida Mariátegui- acceder a la zona denominada Paraíso.

Antes de iniciar el ascenso se deberá pagar cinco soles a la comunidad que está asentada en la parte baja de las lomas, cuyos habitantes se encargan de limpiarlas periódicamente y evitar que continúe la expansión urbana en la zona. 


Tan solo unos minutos después de internarse en el verde sendero ascendente será posible ver el primer atractivo del lugar: una roca que caprichosamente a tomado la forma de un oso, el cual parece recibir con serenidad a los visitantes. 


El trekking es ideal para entrenarse, su exigencia supera ligeramente a Lúcumo, por lo que puede considerarse como un escalón más para dar paso a mayores rutas. Luego de una hora de caminata es posible alcanzar una altura y lejanía que desaparecerá totalmente a la ciudad, lo que da una sensación plena que se ha escapado de Lima. 


Por partes del camino es posible cruzarse con laboriosas arañas, el vuelo fugaz de aves de rapiña, así como escurridizas lagartijas y vizcachas. No obstante, cuando se ha alcanzado una de las máximas alturas, unas siluetas llaman la atención entre la niebla que se hace presente por momentos. Se trada de esculturas humanas e incluso de aparentes dinosaurios que han sido colocadas en las cercanías de donde, en un futuro, podría funcionar un club de esparcimiento. 


Tras dar la vuelta a algunas cimas y descender por unas productivas chacras, se dará una curva que permite ver - a lo lejos - las primeras casas que delataran nuestra fantasía de haber dejado a la ciudad fuera de nuestro alcance. Desde esta zona lo positivo es ver una rocas grandes y huecas que habrían servido de refugio a los antiguos habitantes del lugar hace miles de años atrás, así como los restos de lo que habría sido una trampa para venados y algunas pinturas rupestres que aún sobreviven al tiempo.

Este recorrido, de un promedio de tres horas, es una de las tantas rutas que se pueden seguir en Paraíso, lugar que está incluido en el circuito de lomas de Lima, el cual tiene como su mayor exponente a una que está ubicada en la Panamericana Norte, entre Huaral y Huacho: Lachay, el cual será el próximo destino. 



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