Balneario La Punta: entre la belleza y el peligro

El distrito más pequeño de la provincia constitucional del Callao ofrece a sus visitantes tranquilos y plácidos malecones que conviven con casonas de los años 30 y edificaciones modernas, así como playas vestidas con pequeñas piedras y un mar de aguas frías y tranquilas. Las cuales, sin embargo, en cualquier momento podrían invadir las costas chalacas, tal como lo hicieran tras el terremoto del año 1746.

Las principales avenidas para llegar desde Lima son La Marina y Venezuela (se paga un promedio de dos soles), desde donde se conectará con Miguel Grau y Coronel Bolognesi, en la última parte del camino se pasa por Chucuito (que se caracteriza por sus viviendas de colores) y es posible observar las sedes de la Dirección de Hidrografía y Navegación (DHN) de la Marina de Guerra del Perú y del Instituto del Mar del Perú (Imarpe).

Entre sus principales atractivos figuran su Plaza de Armas, la iglesia La Punta, la Estación de Bomberos Voluntarios, la playa Cantolao, la mansión Rospigliosi, la Escuela Naval, los malecones Pardo y Wiese, los clubes sociales asentados en diversos sectores del distrito y los restaurantes que ofrecen comida marina y criolla desde 20 soles el plato.

Respecto al potencial tsunami que podría afectarlo, el viajero debe considerar que si cuando está en La Punta se produce un sismo que lo imposibilita y/o dificulta mantenerse de pie, contará con un promedio de 20 minutos para alejarse de la costa antes que llegue la primera ola (se estiman olas que alcanzarían los 10 metros de altura), por lo que la evacuación vertical es una opción y las sedes de la DHN  e Imarpe son dos alternativas.

Las visitas a este distrito – balneario pueden realizarse durante todo el año, donde además de lo antedicho también se pueden realizar deportes acuáticos y paseos en bote, así como disfrutar de espléndidos atardeceres. 

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