Museo de Historia Natural: la casa de los gigantes del pasado

En la cuadra 12 de la avenida Arenales dos enormes esqueletos se lucen en el jardín de una antigua casona, a la libre vista de los transeúntes que a cada paso se van convirtiendo en posibles visitantes. Los fósiles pertenecen a lo que en vida fueron una ballena y un cachalote, los cuales - suspendidos en el aire y en el tiempo - son la carta de presentación del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). 

Las rejas este recinto siempre están abiertas, todos los días para el ingreso del público, con precios desde 7 soles para adultos hasta 3 soles para niños, pasando por los 5 soles para estudiantes. Si bien la página Web ofrece una visita guiada, el recorrido por las instalaciones son libres, se puede empezar por aquí o por allá, tomarse el tiempo deseado y volver a recorrer el lugar.

Siempre tomando el camino de la derecha lo primero a la vista son los referidos esqueletos, los cuales son los restos conservados de dos ejemplares que vararon al norte de Lima (Pativilca, Barranca). Seguidamente una pequeña sala muestra diversos minerales en una muestra tan entretenida como educativa. 

Seguidamente, en la parte posterior de la casona, se ubica una réplica en tamaño real de una especie de cocodrilo enorme que existió en tierras peruanas (en la parte selva) hace millones de años. Al seguir con el recorrido, por la circunferencia del museo en sí, diversas plantas y árboles de diversas zonas del país conviven en esta parte del jardín totalmente adaptadas al clima limeño.

En el ingreso a las salas del museo un cóndor da vueltas guiado por el aire recibiendo a los visitantes, así como él una gran variedad de animales disecados se encuentran distribuidos en todas direcciones. Desde animales extintos hasta los que también están por desaparecer, desde graciosos monos hasta temibles bestias y desde pequeños roedores hasta grandes felinos, incluso los reyes de antaño, los tigres diente de sable. 

En la última sala a recorrer dos colas se escapan de la misma, son el anuncio de la exhibición de las reproducciones de especies de dinosaurios, las mismas que parecen a duras penas mantenerse en el interior de la pequeña instalación. 

Al retirarse de este mundo capturado en el tiempo, el visitante tendrá muchas opciones debido a importantes vías en la cercanía, como es el caso de las avenidas Salaverry, Arequipa y 28 de Julio, desde donde incluso se puede optar por nuevas rutas para conocer.